FIESTAS POPULARES

 JULIO Y AGOSTO FESTIVOS





    

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FIESTAS EN JULIO Y AGOSTO.


Tierra, agua (dulce y salada), fuego, aire, cristianos, moros, vírgenes, santos, diablos, ataúdes, Cristos, danzas, dragones...


De Tomar (Portugal) a Vilafranca, pasando por Estella, Pamplona, Los Boliches, L'Arboç, Castejón de Monegros, Berga, Llanes, El Hierro, Santa Cruz de La Palma, Sant Vicent de Sa Cala, Santa Marta de Ribarteme, Vallehermoso, Aras de los Olmos, Alcúdia, Barlovento y El Vendrell.


Todo un universo festivo, cercano e infinito, nos aguarda. 


Sólo pide de nosotros, a cambio, respeto.


María Ángeles Sánchez


FIESTAS POPULARES EN ESPAÑA










LA LOA. LA ALBERCA (SALAMANCA), 1995.


No se puede ser la representación del mal teniendo más cara de buena persona.


Isidro Luengo, el diablo de la Loa de La Alberca, que cada 16 de agosto se escenifica en honor de la Virgen de la Asunción, es el presidente de la agrupación cultural Cateja Teatro, en cuyas manos descansa este auto sacramental de gran ingenuidad y belleza.


En él, bien y mal se enfrentan en forma de ángel, demonio, serpiente, diablillos, pastor, dos galanes, siete pecados capitales y siete virtudes teologales.


Las siete bocas de las siete cabezas de la serpiente (en realidad, un dragón) vomitan fuego y el demonio, que cabalga sobre el monstruo, acaba lógicamente humillado.


La Loa es el gran acto de la tornafiesta albercana, que celebró ayer el Diagosto, con la procesión de la Virgen por las hermosas calles engalanadas, acompañada de los estandartes de todas las cofradías, seguida por el ritual ofertorio y ramajeras y danzadores tejiendo el ramo.


Todo ello con la deslumbrante belleza de la vestimenta tradicional, especialmente el rico y elegante traje de vistas femenino.


María Ángeles Sánchez



CABALLOS FUSCOS. FUENCALIENTE (LA PALMA), 2006.


Bailan los Caballos Fuscos del pago de Los Quemados y las fiestas de la Vendimia de Fuencaliente alcanzan con ellos uno de los momentos más auténticos y, a la vez, más espectaculares.


La suelta de estos caballos -armazones de cartón cubiertos de tela rematada por tiras multicolores de papel y manejados por sus portadores, con bigote y sombrero- se produce a la medianoche, en medio de la verbena.


Alumbrados por antorchas y bengalas, bailan la alegre polca de Los Caballos, provocando el regocijo general. 


Esta tradición de comienzos del siglo XX se fue perdiendo a mediados de los años cincuenta hasta que, según datos de la investigadora palmera María Victoria Hernández en su obra La isla de La Palma. Las fiestas y tradiciones, fue recuperada en 1978 por Margarita Hernández, incorporándose a las fiestas de la Vendimia.


María Ángeles Sánchez




BALL DE ELS COSSIERS. MONTUÏRI (MALLORCA), 1983.


La leyenda cuenta que por San Bartolomé "el diablo anda suelto". Ante semejante eventualidad, se hacen todo tipo de curiosas recomendaciones.


En Montuïri lo tienen claro, pues el acto fundamental en honor a Sant Bartomeu es el Ball de Els Cossiers


El grupo está compuesto por seis danzantes y una dama (interpretado asimismo por un hombre, al menos cuando yo estuve, en 1983), que dirige la danza. Van acompañados siempre por el dimoni.


Bailan a los sones de la xirimia (gaita), el flabiol (caramillo) y el tamboril y culminan sus intervenciones con la humillación del dimoni por parte de la dama, que le derrota invariablemente, saltando sobre él en señal de victoria.


Según la mayoría de estudiosos, las danzas de Els Cossiers (existentes también en otras localidades mallorquinas, en diferentes fechas) proceden de la antigua celebración de Corpus Christi.


Teniendo en cuenta el carácter de lucha entre el bien y el mal, tiene todo el sentido.


María Ángeles Sánchez





BALL DE DIABLES. L'ARBOÇ (TARRAGONA), 1995.


La espectacular carretillada, a cargo del Ball de Diables (cuya diablessa danza en la fotografía en medio del fuego), es uno de los puntos culminantes de la Festa Major de Sant Julià.


Las primeras noticias de este Ball de Diables, considerado uno de los más señeros y respetuosos con la tradición de Cataluña, se remontan a 1846.


Cada año elaboran unos "versots" llenos de ironía y espíritu crítico.


Que para eso son diablos y pueden permitirse ciertos excesos.


María Ángeles Sánchez



MOROS Y CRISTIANOS. VILLENA (ALICANTE). 1985.


Los espectadores de la exposición "Fotografía española actual. Cuatro autores contemporáneos" no daban crédito. No resultaba fácil explicar en Pekín qué hacía ese caballero medieval (Jaime I el Conquistador, en su iconografía más reconocible), a lomos de un hermoso corcel negro y a las puertas de un castillo erigido primitivamente en el siglo XII por los musulmanes, en una localidad del Mediterráneo español.


Y todo ello para mayor honor y gloria de Nuestra Señora de las Virtudes, cuya fiesta se celebra el 8 de septiembre.


La foto, tomada diez años antes, integraba mi aportación de 25 imágenes a la exposición colectiva en China. Cada uno, con su tema.


La Morenica, como se la conoce cariñosamente, es trasladada desde su santuario, siendo recibida en Villena en medio de tracas, disparos de arcabucería y juego de banderas.


Los moros y cristianos están documentados desde 1845 y tienen en el magnífico castillo de La Atalaya el mejor de los escenarios.


Y en la Mahoma, su personaje más caracteristico.


Comparten esta gigantesca figura con la vecina localidad de Biar (cuyo nombre ostenta en su vestimenta), también de espectaculares moros y cristianos en mayo e imponente castillo.


La Mahoma llega a Villena el 12 de mayo y regresa a Biar terminada la fiesta.


María Ángeles Sánchez




EL DIABLO DE TIJARAFE (LA PALMA), 1986, 1993, 1994 Y 1995.


Pusimos, como decía mi inolvidable amigo José Luis Lorenzo, Tijarafe en el mapa.


Al menos, en el mapa de las tradiciones festivas españolas más interesantes.


Su Baile del Diablo, en la madrugada de Nuestra Señora de Candelaria, ofrece motivos más que suficientes para ello.


Lo descubrí en el ya lejano 1986 y quedé tan fascinada que repetí varias veces.


Siempre de la mano de un José Luis Lorenzo que llevaba Tijarafe en su corazón enamorado y apasionado.


Una pasión contagiosa, que me condujo a ofrecerle mis fotografías de la fiesta como embrión de uno de sus sueños (que, por fortuna, pudo hacer realidad): el Museo Etnográfico Casa del Maestro.


A partir de ahí fuimos ampliando las miras de lo que acabó convirtiéndose en mi exposición fotográfica "El Bien y el Mal en la tradición festiva española", con el esfuerzo y el trabajo compartidos de Jordi Bertran y Ángel Carril. Los cuatro formamos un maravilloso equipo.


Jordi llevó además el diablo hasta una de las modélicas Mostra de Folklore Viu de Tarragona.


A las doce de la noche del 7 de septiembre ese mismo diablo, envuelto en fuegos de artificio, irrumpirá de nuevo en la verbena.


Y la magia y la exaltación volverán a instalarse en Tijarafe.


María Ángeles Sánchez





8 DE SEPTIEMBRE. EL DÍA MÁS FESTIVO DEL AÑO.


Excepción hecha, naturalmente, de Navidad, Carnaval y Semana Santa.


La Natividad de la Virgen se conmemora de un punto a otro de España, tanto insular como peninsular.


En el vídeo, imágenes de Caudete, Villena, Peñíscola, Miranda del Castañar, La Balma, Elciego, Teror, Algemesí y Tijarafe.


Celebraciones festivas de todo tipo, bajo innumerables advocaciones marianas.


María Ángeles Sánchez





SANTA TECLA (TARRAGONA), 1994.


"Me encantaría que cuando tuviéramos un hijo, o una hija, Xavi la mirara con el mismo amor con el que mira a Sant Miquel", me dijo Silvia Ferreres al ver la fotografía.


Xavi es Xavier González, el Lucifer del Ball de Diables de la fiesta de Santa Tecla en 1994.


Sant Miquel es Montserrat Claravalls, una dulce niña entonces.


Juntos componen una de las imágenes favoritas de una de mis fiestas favoritas. Por la que, además, me concedieron el Premio Fototecla '94.


A Montse la volví a encontrar en 2001, en la inauguración de mi exposición "La Festa de los niños", en el antiguo Ayuntamiento de Tarragona, convertida en una bella joven. Me encantó verla.


A menudo y con el correr de los años, las historias en las fiestas se entretejen. Y no es el menor de sus atractivos.


María Ángeles Sánchez