JARRAMPLAS. PIORNAL (CÁCERES). 1985.
No resultaba fácil llegar a Piornal en la madrugada del 20 de enero de 1985. Nevaba y las intrincadas carreteras hasta allí, hace casi cuarenta años, no eran buenas.
Piornal, allá en lo alto, está en el límite entre el valle del Jerte y la comarca de La Vera.
De esa primera visita recuerdo una larguísima conversación con una señora mayor (las señoras mayores cacereñas son muy expresivas y comunicativas), quien me explicaba que en su juventud la fiesta no era tan violenta y que eran chiquillos los que lanzaban contra Jarramplas (debidamente protegido) trozos de patata y calabaza, procedentes de la reciente matanza.
Ahora son jóvenes y adultos los contendientes y lo que se lanza son nabos, que llegan en remolques, como pude comprobar en posteriores visitas.
Además de las dos salidas de Jarramplas, el 19 y el 20 de enero, hay alboradas de San Sebastián en la iglesia, migas, petición de ofrendas, canto de la rosca al santo y subida de la imagen al trono.
Ya lo dice una de las coplas de las alboradas: "Mientras a San Sebastián / la muerte abraza / el pueblo a los demonios / mata a pedradas".
Yo me quedo con la imagen solitaria de Jarramplas, tocando destempladamente su enorme tambor y caminando por el borde de la fuente de piedra.
María Ángeles Sánchez
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