domingo, 13 de febrero de 2022

INSTAGRAM

 



LOS BUJACOS. CASAR DE CÁCERES. 2010

La singularidad son los bujacos, pero lo que gusta en Casar de Cáceres es el desfile del sábado de Carnaval, en el que todo el mundo (cuando yo estuve en 2010, 47 comparsas y unas mil quinientas personas disfrazadas, en un pueblo que no llegaba a cinco mil habitantes) se echa a la calle.

Sin embargo, cuando se recuperó el carnaval, llegada la democracia, esta singular pareja, hecha con bálago y con traje de boda (pues de su casamiento se trata), concitaba el mayor interés. Su ceremonial sigue impregnando la fiesta.

El viernes por la noche se celebra con ponche y dulces típicos la pedida de mano, a la que acuden los complacidos familiares que se emplazan para el domingo, cuando tiene lugar la boda.

Predomina la gente joven en la casa de cultura, punto de partida del cortejo nupcial, aunque son las mujeres mayores las que ponen la nota picante y transgresora en la comitiva que, con el bujaco y la bujaca a hombros y a los sones de una charanga, atraviesa el pueblo hasta el hogar del pensionista. Allí aguarda el _cura_, que oficiará la boda.

La media de edad de los invitados es alta, pero sus muchos años corren parejos a sus tremendas ganas de divertirse, bailar y dar buena cuenta del chocolate, los churros y los dulces.

De bodas ficticias y otras mascaradas, extendidas por toda España, habla Julio Caro Baroja en su definitivo libro _El Carnaval_.

Maria Ángeles Sánchez

https://www.instagram.com/p/CZ2lPlpIyDS/?utm_medium=copy_link

#Carnaval #tradiciones #fiestas populares