LA MAGDALENA. CASTELLÓN. 1982
Fui a la Magdalena de Castellón por primera vez hace 40 años.
La fiesta se celebra el tercer domingo de cuaresma (es decir, hoy), para recordar el traslado forzoso de la ciudad a su actual emplazamiento, en 1252 y por privilegio del rey Jaume I.
Por razones de salubridad, la población se desplazó en masa desde la montaña (el "castell vell") al llano, a orillas del Mediterráneo.
Bien de mañana, el Ayuntamiento y la ciudadanía en pleno toman parte en la tradicional romería de Les Canyes hasta la ermita de Santa María Magdalena.
Abundan los blusones negros y pañuelos al cuello. En la mano, simbólicas cañas, rematadas con una cinta verde y "rollets" de pan.
Una vez en el monte, el menú se completa con suculentas paellas a la leña.
La fiesta viene acompañada de vistosísimos desfiles y cabalgatas, tan barrocos, exuberantes (se van enriqueciendo cada año) y deslumbrantes como la propia tierra.
María Ángeles Sánchez
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