CORPUS VERTICAL EN VILLA DE MAZO (LA PALMA). 1994 y 1997.
Durante todo el día de hoy y, muy especialmente, a lo largo de la noche, los hombres y mujeres, chicos y grandes, de Villa de Mazo están protagonizando el último esfuerzo para que en la mañana del jueves de Corpus (ellos no han cambiado de fecha) se revele una vez más el prodigio.
Llevan meses buscando, recogiendo y trabajando la materia prima (todos elementos naturales) para enramar por barrios los 14 arcos que jalonan el paso procesional de la custodia por las empinadas calles de la villa. Además de las alfombras y pasillos de flores y el espectacular tapiz de la Plaza.
No conozco una fiesta española en la que se trabaje tanto, tanta gente y durante tanto tiempo. Y todo ello de manera altruista y voluntaria. "Si me tuvieran que pagar, no lo haría: no hay dinero", es el comentario común.
El resultado está ahí: una ofrenda de arte, belleza, devoción, respeto a la tradición, espíritu comunitario y generosa entrega.
Como este precioso arco de La Rosa, de 1997.
María Ángeles Sánchez
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