PASO DEL FUEGO. SAN PEDRO MANRIQUE (SORIA). 1972, 1978 Y 1997
Luis Carandell siempre recordaba que nos habíamos conocido en 1972, al calor de las brasas del Paso del Fuego.
Ahí nació una amistad que nos acompañaría hasta el fin de sus días, en 2002.
La aprendiz de periodista y el ya consagrado profesional: una "buena junta", como dicen en el Río de la Plata. Compartimos múltiples aventuras.
El amor por las fiestas nos unía. Y este Paso del Fuego es una de mis celebraciones fundacionales.
Julio Caro Baroja dice sobre él en La estación de amor: "Los vecinos hacen actualmente lo mismo, punto por punto, que hacían los Hirpi Sorani hace dos mil y pico de años (...) [cuando] andaban con los pies desnudos sobre las brasas de una hoguera de pino".
No es pino en San Pedro Manrique, sino roble; pero la alfombra de ascuas se sigue extendiendo hoy tras ser meticulosamente preparada durante horas por manos de expertos antiguos pasadores. Y los sampedranos se adentran en ellas con pisadas firmes -ése es, para algunos, el secreto de que no se quemen-, llevando a menudo a alguien sobre la espalda para, de esta forma, eliminar la combustión.
El otro secreto es la protección de la Virgen de la Peña.
María Ángeles Sánchez
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